VENTANAS A OTRAS DIMENSIONES


VENTANAS A OTRAS DIMENSIONES

Libro en preparación


Prólogo

La enorme cantidad e inusitada variedad de acontecimientos extraños a través de mi vida, me impulsan a dejar constancia escrita -simple y llanamente descriptiva- de ellos, abriendo la posibilidad de que otros reflexionen sobre los mismos y crean en la existencia de diversas realidades, distintas de ésta que percibimos con los cinco sentidos.

Nada de lo que se escribirá aquí es inventado, a pesar de la gran carga de fantasía que parecen tener; todas son vivencias reales narradas lo más fielmente posible. Algunas de ellas se han escrito en diferentes diarios personales, sueltos y dispersos, otras están grabadas a fuego en mi memoria; muchas han sido narradas en su momento a diferentes personas que las han tomado como el producto lógico de mi mente inquieta, creativa y fantasiosa; la mayoría dictamina que fueron sueños de un gran realismo (de éstos publicaré un libro específico), opinión que por supuesto deben apoyar las mentes científicas. Pero pienso que la exposición clara e hilada de tantas experiencias de carácter tan diferente y de tan alto grado de extrañeza, puede facilitar la interpretación no especulativa del asunto.

De antemano arriesgo mi propia opinión para que ustedes al leer puedan compararla con sus conclusiones o con experiencias similares que hayan vivido o conocido, teniendo en cuenta algunas advertencias previas:

Primera: no estoy loco, aunque reconozco que siempre he sido un poco “alocado”. Recordemos que todo aquel que se sale de los comportamientos y actitudes preestablecidos por la sociedad debe sufrir este estigma.

Segunda: no busqué que me sucediera nada de lo que aquí les contaré, e incluso muchas veces rogué a Dios que no siguieran pasando; pero finalmente me di cuenta que estos asuntos están fuera de mi voluntad y posiblemente no son responsabilidad suya (de Dios, quiero decir). También creo que estos no son hechos “sobrenaturales” ya que todo lo que existe y sucede en el universo es parte de la naturaleza.

Tercera: Estoy seguro de que hasta los mismos científicos que niegan la realidad de cualquier suceso que rebase los límites de lo que se puede mensurar, saben la diferencia entre la realidad y el sueño; es por demás insuficiente el querer demostrar con la teoría del entresueño que nada real hay más allá de los sentidos. A la postre el sueño también es una realidad a su manera.

Cuarta: así nadie crea que todo esto fue realidad, me tranquiliza saber que puede resultar una entretenida lectura para ustedes. Mi interés no es hacer escuela; sólo deseo que alguien que haya pasado por algo parecido se anime a compartirlo con otras personas con la certeza de que algún día se va a reconocer la veracidad de esos hechos misteriosos que todos vivimos.

Quinta: No escribí esto con el interés de ejercitar mis escasas habilidades literarias; para que juzguen este aspecto de mis escritos los remito a mi libro de poemas, a mis ensayos y cuentos, y a mi libro de sueños, los cuales espero publicar personalmente algún día.

Mis conclusiones son:

Creo que existen entidades espirituales en diferentes grados de evolución y con distintas características de origen, que se encargan de cooperar en la administración de un universo ampliamente habitado y con variadísimos niveles de desarrollo. Algunas de ellas deben estar muy cerca de las razas humanas para ayudarnos a comprender nuestro destino y nuestro papel como seres duales –cuerpo y alma- en el camino de la evolución espiritual.

También creo que hay muchísimas civilizaciones extraterrestres que nos visitan y nos estudian con desconocidas intenciones y que no lo hacen abiertamente por las obvias consecuencias que esto podría tener para nuestra estructura mental, social, cultural y religiosa. Para tranquilidad de la humanidad, es mejor que esto se desarrolle con discreción, casi secretamente o como una novela de ciencia ficción, lo cual está consiguiendo preparar sicológicamente a la especie humana para un futuro encuentro con gente de otros mundos. Aun así, me parece que es mucho lo que podemos aprender de ellos en todos los aspectos.

Por otra parte, es indudable que conocemos muy poco acerca de las características del tiempo y del espacio y de sus diferentes interrelaciones, porque hasta hace pocos años se comenzó a estudiar la posibilidad de la existencia de otras dimensiones y de otras leyes desconocidas para la ciencia terrestre y de la posibilidad de viajar en el tiempo (en la física cuántica ya se ha vislumbrado todo esto). A veces suceden cosas que nos inquietan con la sensación de que el futuro ya existe de una u otra forma ¡o de todas las formas!; por ejemplo: premoniciones, vivencias repetidas o déja-vu, presentimientos, sueños proféticos,  apariciones y desapariciones fantasmales, coincidencias, etc., que a diario tienen miles o millones de personas comunes y corrientes en todo el mundo.

Conocemos muy poco también acerca del poder de la mente humana en cuanto a hipnosis, telepatía, clarividencia, telequinesis, sanación y manejo de energías latentes o desconocidas por la ciencia actual, que nunca podrán ser medidas por instrumento alguno debido a que parecen ser inmateriales.

Todos estos aspectos se representan en mis extrañas vivencias, las cuales en una época determinada se sumaron y me llevaron a un alto grado de desesperación, de la que pude salir gracias a la ayuda de varias personas y de algunas lecturas que me orientaron permitiéndome  utilizar efectivamente la fé en Dios, el poder de la oración, la voluntad positiva y la razón apoyada por un análisis desapasionado de cada uno de los sucesos. Aprendí a llevar el terror a un grado máximo de saturación y pasé el umbral hasta lograr superarlo y luchar contra lo que lo producía. El miedo es una etapa; hay que aceptarlo y enfrentarlo.

Hoy estoy libre de todas esas experiencias, pero hubo un momento en que llegué a vencer unas, a aceptar otras, a convivir con ellas, a poder conciliar el sueño en las noches e incluso a valorarlas positivamente. Por momentos quisiera vivirlas nuevamente, pero recuerden que están fuera de mi voluntad y ellas llegarán si conviene o si así está planificado por alguien allá afuera. Como decía el protagonista de una abducción reciente cuando el siquiatra que lo examinaba ponía en duda la realidad de su experiencia: “Yo sé lo que vi”.

Yo sé lo que vi y se lo que viví; nadie puede imponerme su opinión al respecto porque las experiencias aquí narradas son de una categoría muy alejada de los parámetros aceptados actualmente por la ciencia, la filosofía y la religión; solamente hay que creer o no creer, y tratar de utilizar este material para apoyar investigaciones posteriores.

Bogotá, D.C. Enero 11 del 2.001; como prólogo a mi libro “Ventanas a otras dimensiones”.



 

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