LOS SIETES DE LA BARAJA Crónica de inexplicables coincidencias
LOS SIETES DE LA BARAJA
Crónica de inexplicables coincidencias
Ya he
encontrado el siete de bastos; antes, solamente lo había tenido en una visión
poco antes de despertar. Cuando mi mente se deshizo de los jirones de sueños
que se mezclaban absurdamente con los ruidos de la calle y los rayos de sol que
entraban esforzadamente por los entresijos de las pesadas cortinas, la imagen
del 7 de bastos quedó fija ante mis ojos con la persistencia de los objetos
luminosos que miramos sólo un instante. Entonces caí en cuenta emocionado que
esta carta era el tercer siete de la baraja española que encontraba en menos de
un mes. Algo debía significar esta serie de hallazgos nada casuales, sobre todo
cuando a las dos semanas, mientras caminaba una tarde con los hermanos Rubiano,
Daniel de 11 y Nicoll de 15, por una vía arborizada y amplia, de regreso al
barrio después de jugar en el parque, divisé entre las hojas caídas un siete de
oros impreso en el respaldo de una cajita de fósforos El Rey.
La primera carta que encontré fue el siete de copas. Trotaba en la mañana porla Alameda del Humedal,
mirando las nubes multiformes con el pecho al sol y al viento y, al bajar un
instante la mirada, encontré una cajita de fósforos aplastada y expuesta por el
respaldo, que mostraba una figura que no alcancé a distinguir. Seguí trotando
durante trescientos metros, pero reflexioné en las varias veces que se me han
aparecido cartas de póker y baraja española por donde quiera que vaya caminando
y en las que nunca me había fijado. Regresé; un helicóptero volaba bajo y me
acompañaba alterando el ambiente sosegado. Temí no encontrarla, pero allí me
estaba esperando.
Era el siete de copas. Lo recogí y lo guardé en el bolsillo de mi pantaloneta Reebok. Al llegar a la casa la guardé, pero no recuerdo dónde y hasta el momento no la he encontrado.
La primera carta que encontré fue el siete de copas. Trotaba en la mañana por
Era el siete de copas. Lo recogí y lo guardé en el bolsillo de mi pantaloneta Reebok. Al llegar a la casa la guardé, pero no recuerdo dónde y hasta el momento no la he encontrado.
(Imagen temporalmente extraviada)
La segunda
carta hallada fue el siete de espadas. La encontré al salir a la calle para
comprar algo que me encargó mi mamá. La carta, grande y colorida, de naipe
verdadero, estaba botada en el piso enfrente de mi casa. Mi sobrino nieto salió
detrás de mí y, al ver que recogí la carta, protestó diciendo que le
pertenecía. Se la entregué. Fui a hacer la compra y cuando regresé subí a mi
estudio y me dispuse a trabajar un rato. Abrí el cajón de mi mesa de trabajo
para sacar los pinceles y allí estaba la carta; mi sobrino seguramente se
arrepintió de su pilatuna, porque la carta no sería de él, y decidió
devolvérmela.
Pero en
todo esto había una falla. Ya había averiguado por Internet el significado de
los cuatro sietes de la baraja, y lo que augura cada uno para quien le salga
una de esas cartas en la lectura del Tarot es sencillamente extraordinario.
Creo que éste será un gran año para mí. Pero como dije hace poco, en todo esto
había una falla: el siete de bastos sólo existía en una visión de ensueño y
restaba bastante credibilidad a toda la historia, dejándola coja, complementada
tramposamente, en opinión de quienes conocieron la anécdota, con una imagen
fantasmal.
Pero ya he
encontrado el siete de bastos. Regresaba de la biblioteca, un poco triste
porque terminé mi amistad con una amiga muy querida a causa de unos
malentendidos, y había cambiado mi ruta habitual de regreso a la casa para ver
dónde se originaba un inmenso trancón que había en la autopista; de repente, me
encuentro en el andén otra cajita de fósforos El Rey con el siete de bastos
como motivo en su respaldo. Estaba rota; alguien la había destrozado para que
quedara abierta como un pez fileteado y no dudé en recogerla eufórico y
esperanzado. Ahora sí creo que lo que quiera que signifique toda esta historia
de coincidencias nada casuales se cumplirá. He aquí las imágenes. Falta el
siete de copas. Volveré a Internet y trataré de recomponer la amistad con mi
amiga, quiero que ella sea partícipe de mi gloria.
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